En este artículo describimos los principales problemas de fertilidad que nos podemos encontrar en el huerto en la temporada de otoño e invierno y os proponemos una solución ecológica para potenciar la fertilidad natural de nuestros suelos y que, además, contribuye a luchar contra el cambio climático.
Problemas habituales que reducen la fertilidad de nuestro huerto
La productividad de nuestro huerto puede verse afectada negativamente si existen desequilibrios nutricionales, por la presencia de plagas y enfermedades que afecten a nuestras plantas o porque nuestro suelo no tiene una estructura correcta. Veamos a continuación cada una de estas problemáticas en más detalle:
1. Desequilibrios de nutrientes
Dos problemas comunes que nos podemos encontrar en nuestro huerto en relación a los nutrientes son:
- La carencia de nutrientes en los suelos: la falta o el bloqueo de alguno de los nutrientes necesarios para el desarrollo de las plantas puede provocar problemas en el crecimiento, floración y fructificación de nuestros cultivos.
- El exceso de determinados nutrientes: Aunque pueda parecer contradictorio con el punto anterior, un exceso de nutrientes en nuestros suelos, especialmente si éstos están en formas fácilmente disponibles para nuestras plantas, puede provocar importantes problemas. El exceso de nutrientes se puede producir tras aplicar una cantidad inadecuada de productos como la gallinaza o el estiércol fresco ya que éstos contienen altos niveles de sustancias nitrogenadas de fácil absorción por las plantas. Como consecuencia de estos excesos pueden aparecer plagas y enfermedades, o se pueden quemar las raíces de nuestros cultivos.
2. Plagas y enfermedades
Dos de las causas principales de aparición de plagas y enfermedades en nuestros cultivos están relacionadas con los desequilibrios nutricionales y la falta diversidad de microorganismos en nuestros suelos:
- Los desequilibrios nutricionales debilitan a nuestros cultivos, por lo que crean las condiciones ideales para que determinados insectos se instalen en las plantas y acaben convirtiéndose en una plaga.
- La falta de diversidad de microorganismos provoca que determinados microorganismos dañinos para nuestros cultivos (los microorganismos patógenos) no encuentren competencia o depredadores que los controlen. El resultado es la proliferación sin control de estos patógenos, con el consecuente daño para nuestros cultivos. Una situación muy frecuente en suelos pobres en microorganismos beneficiosos es la aparición de enfermedades de origen fúngico, provocadas por hongos patógenos. Otra situación habitual es la aparición de nematodos y otros microorganismos que parasitan las raíces de nuestras plantas y provocan serios problemas en el desarrollo de los cultivos.
3. Falta de estructura del suelo
Una buena estructura del suelo es clave para la salud y fertilidad de nuestro huerto porque:
- Asegura una buena circulación de aire y agua, recursos claves para el desarrollo de nuestras plantas.
- Facilita el adecuado desarrollo de las raíces, que podrán explorar más superficie en búsqueda de nutrientes y humedad.
- Aumenta la capacidad de retención de agua y nutrientes de nuestros suelos, lo que facilita que nuestras plantas puedan encontrar en su entorno y asimilar estos importantes recursos cuando los necesitan.
La estructura es el resultado de la actividad de los microorganismos y la presencia de materia orgánica y raíces. Crear un suelo bien estructurado es un proceso lento que, sin embargo, puede revertirse rápidamente si se produce un exceso de laboreo o se usan productos como herbicidas, insecticidas o fungicidas. Un suelo sin una buena estructura puede provocar los siguientes problemas:
- Compactación del suelo: Un suelo compactado reduce la presencia de oxígeno y dificulta la circulación del agua, lo que favorece la aparición de microorganismos patógenos y dificulta el desarrollo radicular de nuestras plantas.
- Una pérdida de nutrientes y bajos niveles de humedad: los suelos con mala estructura no mantienen correctamente el agua y los nutrientes tienden a lavarse con la lluvia y el riego. Todo esto provoca que nuestras plantas no dispongan de los recursos necesarios para crecer, fortalecer su sistema inmunológico y/o producir frutos.
¿Cómo podemos mejorar la fertilidad del huerto?
Para evitar los problemas expuestos anteriormente y mejorar la fertilidad del huerto de una forma natural y sostenible es necesario incidir sobre los que se conoce como las 3M:
- materia orgánica
- minerales, y
- microrganismos
Hay diferentes estrategias para incidir en las 3M, pero en este artículo vamos a centrarnos en la aplicación de productos ecológicos y de alta estabilidad, que aporten nutrientes en un formato de lenta asimilación para las plantas y cuyos efectos sean duraderos en el tiempo. Dos productos que cumplen con estos requisitos son el compost (de calidad) y el biochar. A continuación, vamos a explicar qué son y qué caracterizan a estos dos productos y luego explicaremos en detalle qué beneficios aporta esta combinación a nuestros suelos y cultivos.
El compost es el producto resultado de la descomposición en condiciones aerobias (presencia de oxígeno) de la materia orgánica. Es lo más parecido a ese valioso tesoro que asegura la fertilidad y salud de los bosques: el humus. A diferencia de otros productos ricos en materia orgánica, como la gallinaza o el estiércol fresco, el compost es rico en sustancias estables que serán absorbidas por las plantas de forma lenta y según sus necesidades.
Como con muchos otros productos, en el mercado hay muchos tipos de composts y no todos nos aportarán los mismos beneficios. Por lo tanto, si queremos mejorar la fertilidad de nuestro huerto, tenemos que asegurar que el compost que aplicamos es de alta calidad.
Se suele valorar la calidad de un compost por su contenido en nutrientes y su madurez o estabilidad, pero otro parámetro clave para determinar si un compost es o no de calidad es el contenido y diversidad de los microorganismos beneficiosos presentes en él. Así, podemos disponer de un compost muy rico en nutrientes pero que sea un mal compost porque presenta una alta carga de nematodos, microorganismos patógenos que parasitan y se alimentan de las raíces de nuestras plantas. Para disfrutar de un compost con una alta carga de microorganismos beneficiosos es imprescindible que durante el proceso de compostaje:
- se asegure la presencia de oxígeno y se realice un riguroso control de la humedad y la temperatura de la pila.
- se introduzca una gran diversidad de materiales, ricos en carbono y nitrógeno, en la pila de compost, y
- se realice un buen manejo de todo el proceso, evitando los volteos excesivos que pueden perjudicar a los microorganismos beneficiosos de mayor tamaño, como son los hongos y los depredadores de microorganismos patógenos para nuestras plantas.
En resumen, para disponer de un compost de calidad es imprescindible disponer de una adecuada materia prima y llevar a cabo un correcto y exhaustivo control del proceso de elaboración.
En Livingchar apostamos por la utilización de composts ecológicos para mejorar la fertilidad de suelos y sustratos de huertos y jardines. ¿El motivo? El compost se diferencia de otros tipos de abonos en que se elabora mediante un proceso lento, denominado “descomposición caliente controlada”, que puede durar hasta 12 meses. Como resultado se obtiene un producto en el que los nutrientes presentan una alta estabilidad, lo que facilita que las plantas los asimilen en función de sus necesidades y que evita su pérdida por riegos o lluvias abundantes. Se trata en definitiva de un excelente y completo fertilizante que podemos aplicar sin preocuparnos de quemar nuestras plantas y que estimulará la actividad de los microorganismos beneficiosos para la salud y el crecimiento de nuestros cultivos.
Quizá ahora te estarás preguntando qué es el biochar y qué aporta a la fertilidad de nuestros huertos. El biochar es un carbón de origen orgánico que tiene una estructura muy porosa, ligera y estable. Se produce sometiendo la materia orgánica a altas temperaturas en una atmósfera con ausencia o bajo contenido de oxígeno, proceso denominado como pirólisis.
El biochar es un material muy estable (¡su ciclo de vida es superior a los 700 años!) y tiene propiedades muy interesantes que se traducen en múltiples beneficios cuando lo aplicamos en nuestro huerto. Por un lado, el biochar ayuda a descompactar y mejorar la estructura de los suelos. Además, estimula la actividad de los microorganismos beneficiosos, que encuentran en el biochar un hábitat donde vivir y reproducirse. Por otro lado, el biochar reduce considerablemente la pérdida de nutrientes por el efecto de lavado que provocan las lluvias o los excesos de riego.
Además de un mejorador de suelos, el biochar es una herramienta que nos ayuda a luchar contra el cambio climático gracias a su capacidad para secuestrar grandes cantidades de carbono durante cientos o miles de años. Si quieres saber más sobre el biochar te recomendamos que leas este artículo y veas el siguiente video:
En LivingChar unimos el biochar y el compost biodinámico para crear un fertilizante y mejorador de suelos único que, además, contribuye a mitigar el calentamiento global. La mezcla de compost biodinámico y biochar potencia los beneficios que aportan cada uno de estos productos a nuestro huerto, como veremos a continuación.
Beneficios para nuestro huerto de aplicar compost ecológico y biochar
La fórmula de compost ecológico enriquecido con biochar produce una serie de sinergias que potencia los beneficios que ambos productos aportan con relación a la fertilidad de nuestros suelos y cultivos. En concreto, esta fórmula exclusiva nos ayuda a:
- Mejorar la nutrición y sanidad de nuestros cultivos. El compost con biochar aporta todos los nutrientes que necesitan nuestros cultivos de una forma equilibrada y estable, lo que favorece la sanidad y el crecimiento de las plantas y se traduce en mejoras de productividad de nuestros cultivos. La presencia del biochar incrementa la eficiencia en la absorción de los nutrientes que aporta el compost, ya que consigue que los nutrientes permanezcan durante más tiempo cerca de las raíces.
- Incrementar la cantidad y diversidad de los microorganismos beneficiosos. Al aplicar compost en nuestro huerto estamos aportando una gran cantidad y diversidad de microorganismos que, gracias al biochar, se podrán establecer en nuestros suelos. Estos ayudarán de forma significativa a mejorar el crecimiento de nuestras plantas, evitando bloqueos de nutrientes, y a prevenir ciertas enfermedades de nuestros cultivos.
- Mejorar la estructura de nuestro suelo. Tanto el compost como el biochar van a contribuir a descompactar nuestros suelos y a mejorar su capacidad de retención de agua y nutrientes. Como resultado tendremos un mejor desarrollo de las raíces de nuestras plantas, que podrán explorar más terreno para asimilar los minerales y la humedad que necesitan. También nos ayudará a hacer un uso más eficiente del agua de riego y prolongará los efectos del compost durante más tiempo.
Si quieres saber más sobre nuestro compost ecológico enriquecido con biochar, te animamos a que visites nuestra Tienda. También, si lo deseas, puedes contactar con nosotros y enviarnos tus dudas o consultas.